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dijous, 6 d’octubre del 2011

"Los que no escriben a mano tienen menos memoria"


El grafólogo Joaquim Valls destaca la importancia de la escritura en el desarrollo del cerebro

Vida | 21/06/2011 - 00:15h

Jesús Sancho

Jesús Sancho

Barcelona



En su anterior libro ‘Buenos días y buena letra’ (Viena Ediciones) Joaquim Valls explicaba un innovador método de cómo transformar la escritura para mejorar la vida. Sin dejar de lado las letras este grafólogo diplomado y máster en Sociedad de la Información y del Conocimiento ahora plantea un nuevo método práctico en ‘Bona nit i bona sort’ (Viena Ediciones). Esta vez analiza los factores fundamentales para construir una personalidad afortunada. Según el autor, con nocturnidad y premeditación es posible.

- ¿Cómo se puede tener buena suerte?
- Tener suerte no depende del azar. Una personalidad determinada es la que atrae la suerte.

- ¿Qué tipo de personalidad?
- Por ejemplo, las personas que son optimistas. La persona optimista cuando se encuentra ante un obstáculo piensa que en aquel momento ha perdido pero la siguiente vez ganará por lo que persiste y vuelve a intentarlo. Eso liga con una segunda cualidad de las personas que tienen suerte: la perseverancia. Las personas afortunadas también tienen una gran capacidad relacional. Además la suerte muchas veces nos viene dada no por una actividad individual sino por un trabajo en equipo.

- ¿Y esto cómo se consigue?
- Con dos virtudes. Una es la extraversión, que es la capacidad de salir uno mismo e ir a buscar a los otros, y la otra cara de la moneda de la comunicación es la empatía, saber escuchar a los otros y ponerse en su lugar.

- ¿Qué otros factores influyen en la buena suerte?
- También es muy importante tener una buena capacidad de autogestión emocional. Otro elemento fundamental es el autoconcepto. No quiere decir ser creídos sino aceptarnos tal como somos dentro de nuestras posibilidades.

- ¿Cómo construimos estos conceptos?
- Hay dos elementos fundamentales. El primero es tener clara nuestra brújula interior, saber cuáles son nuestros valores. Y el segundo gran elemento es descubrir el propio talento.

- Pero la suerte es un concepto subjetivo, ¿no?
- En el prólogo de mi libro Josef Ajram explica que cuando corre una carrera él piensa que sólo le quedan 11 kilómetros para acabar, y los que no ganan o no acaban piensan que todavía quedan 11 kilómetros para acabar. Son los mismos 11 kilómetros pero la actitud ante las dificultades es la que marca la diferencia.

- ¿La fortuna está en el interior de cada uno?
- Otro ejemplo muy curioso de los Juegos Olímpicos. Se ha analizado la satisfacción que tiene el primero, el segundo y el tercero de una prueba. El segundo es el más insatisfecho de los tres, el primero ha ganado y está satisfecho, y el tercero también está satisfecho porque piensa que podría haber quedado cuarto y sin medalla. En cambio, el segundo se compara con el primero y piensa que podría haber ganado. Lo que nos pasa en la vida lo vivimos como buena o mala suerte de una manera totalmente subjetiva.

- En su libro ‘Bona nit i bona sort’, explica un método para atraer la fortuna mientras se duerme. ¿Por qué por la noche?
- Durante la noche nuestro cerebro en lugar de estar pasivo, que es lo que se suponía anteriormente, está muy activo. Lo que hace nuestro cerebro durante la noche es reorganizar todo nuestro conocimiento y memoria. Si reeducamos nuestra memoria durante la noche, que es la forma más fácil ya que es cuando el cerebro lo hace mejor, podemos reeducar nuestra personalidad hacia una personalidad de suerte o simplemente hacia una personalidad feliz.

- ¿Algún consejo para nuestro cerebro antes de ir a dormir?
- Las personas de una cierta edad comemos verdura, pescado a la plancha, tenemos mucho cuidado de lo que come nuestro estómago porque la digestión la hacemos durante la noche. En cambio, muchas personas no cuidan su cerebro y se van a dormir después de ver un programa de ‘telebasura’ o tener una discusión. Tenemos que cuidar nuestro cerebro porque durante la noche nuestro cerebelo digerirá todo aquello que ha recibido. Por tanto, una buena conversación antes de ir a dormir con personas que quieres, leer un buen libro o escuchar un buen programa de radio hace que la noche sea más provechosa.

- Así que la suerte también requiere inversión y trabajo…
- Como todo en la vida. La palabra éxito sólo va antes del trabajo en el diccionario. Si tú ves al Barça de Guardiola detrás hay mucho trabajo. Todas las personas de éxito son personas de una gran capacidad de trabajo y además hacen lo que les apasiona.

- Usted es grafólogo y en su anterior libro ‘Buenos días y buena letra’ también incluía un método de transformación a través de la escritura. ¿Qué diferencia hay con el nuevo método que ahora plantea?
- En el libro anterior quería decir que transformando algunos aspectos de nuestra caligrafía podemos llegar a ser personas de vida plena. En ‘Bona nit i bona sort’ damos un paso adelante, continúa habiendo el método grafológico pero además hay una serie de ejercicios de psicología positiva que se basa también en escribir. Me parece muy interesante la vinculación entre el cerebro y nuestra escritura. Y lo bueno que tiene la letra es que da un balance inicial de la persona.

- ¿Y cómo se hace ese balance inicial de la psicología de una persona?
- Se puede hacer a través de un test psicotécnico pero tiene un problema ya que una persona no contesta siempre lo que es sino aquello que querría ser. No quiere decir que mienta sino que se autoengaña. Y en cambio la letra es inconsciente y a partir de ahí tenemos un balance ideal.

- Se puede afirmar que si cambiamos nuestra forma de escribir, también cambiamos nuestra vida…
- Yo he leído muchos libros sobre neurología y los descubrimientos sobre el cerebro son apasionantes. Nuestro cerebro es reversible. Es decir, si yo estoy contento sonrío, pero si yo sonrío estoy contento. Y esto es fabuloso porque nuestra personalidad tiene diferentes ventanas, y una de ellas es el rostro. Por ejemplo, los actores han aprendido poner cara de triste una vez que han aprendido las facciones de estar triste. Su cerebro automáticamente se pone triste cuando actúa por lo que podríamos engañar nuestro cerebro imitando el rostro de alguien.

-¿Y esto que tiene que ver con la escritura?
- Lo que quiero decir es que todos imitamos. Lo primero que hacemos es imitar a los personas de éxitos que son nuestros padres y por eso caminamos, hacemos gestos y hablamos como ellos. Con la letra pasa lo mismo. Por ejemplo, las personas optimistas hacen la letra ligeramente hacia arriba. Si tú escribes sobre esta pauta tu cerebro entiende que está en un momento positivo.

-¿Qué me dice de la letra que se escribe hoy en día?
- Lo que encuentro en la universidad corrigiendo exámenes es mucha gente joven con muchísima ansiedad y angustia. Pueden venir provocadas porque en el mundo de la publicidad se crean unas expectativas bestiales que son inalcanzables. La gente recibe una presión muy fuerte y al no poder conseguir estas expectativas lo sufre en forma de angustia que se refleja claramente en la letra.

- ¿Qué le parece que con las nuevas tecnologías se esté perdiendo escribir a mano?
- Las nuevas tecnologías son extraordinarias. Lo que yo cuestiono es el portátil en un aula de niños pequeños. Estudios de Estados Unidos sobre niños que han cogido los apuntes con portátiles concluyen que no han desarrollado la memoria y que la memoria está muy relacionada con escribir a mano. Tú cuando estás aprendiendo un vocabulario una de las cosas que haces si hay una palabra que te cuesta es escribirla muchas veces de una manera inconsciente. ¿Por qué lo haces? Porque cada vez que escribes estás fortaleciendo la memorización de aquella palabra. Los niños y niñas que no han trabajado escribir a mano de pequeños no han desarrollado el músculo de la memoria y, por tanto, de mayores estas personas no tienen una gran capacidad de memoria.

- ¿Sin escritura no hay memoria?
- Y esto es terrible porque se ha descubierto que la creatividad se basa en la memoria. Así que si no hemos desarrollado la memoria no tenemos capacidad de creación ni de innovación, que es la herramienta más importante del siglo XXI. Hoy en día en un trabajo no te piden que cumplas sino que innoves porque salen productos y servicios nuevos constantemente. Hoy lo que el mercado paga es que innoves y te reinventes continuamente, y sin memoria estoy es imposible de hacerlo.

- ¿Y si innovas en el trabajo y luego fracasas?
- En las empresas analizamos mucho el error del empleado y si penalizamos su error no mejorará nunca. En lugar de dirigir las empresas desde el miedo tenemos que dirigirlas desde la confianza para que el trabajador arriesgue un poco, se pueda equivocar y de esta equivocación aprenda. Álex Rovira, en su libro ‘La buena suerte’ explica que las personas de mala suerte a veces ganan y a veces pierden, y las personas de suerte a veces ganan y a veces aprenden. Tenemos que conseguir que la persona que no gane aprenda.